Buffy: la serie que marcó mi vida.


La nostalgia me acosa estos días con fuerza, quizá por la confluencia de varios factores. "Verónica Mars" está de rodaje para traernos, tanto tiempo después, su película el año que viene. Cory Monteith, Finn Hudson en "Glee", ha fallecido dejando huérfanos a aquellos que nos ilusionamos desde el principio con la serie y con la inocencia de este jugador de fútbol que se atrevía a cantar desafiando los estereotipos. Es la época de la ComicCon de San Diego, en la que confluyen series habidas y por haber, cómics, disfraces y muchos actores. Es la convención del culto a las películas y a las series, tanto como a los cómics.


Buffy

Explicados mis motivos me ha salido del alma escribir sobre ESA serie, ELLA, que siempre está ahí. "Buffy, The Vampire Slayer" ha sido la más grande con diferencia ya que me llegó en momentos de cambios radicales e importantes de mi personalidad y de mi vida. 

Conocíamos a una chica de instituto que por obligación había pasado de ser popular a ser una elegida para luchar contra el mal. La única en su generación, de hecho. Así me sentía yo en la época en la que veía esta serie. Hay gente que en esa misma época a mi alrededor salía de fiesta, hacía grupitos y pensaba en las musarañas muy felizmente. Sin embargo no fue mi caso. Con Buffy aprendí a defenderme, por lo menos psicológicamente, de los cambios, de la gente y de las circunstancias. Buffy nos enseñó que las mujeres pueden ser las más poderosas y por distintas razones (Willow, Buffy, Glory, Drusilla y Darla, Anya...), pero también que ese poder conlleva responsabilidades y esfuerzo. 

Con Buffy aprendimos que hay que confiar en la gente acertada, sin importar sus apariencias, y proteger a los que queremos por encima de todo. También nos enseñó que, para bien o para mal, madre no hay más que una y que aunque nos cueste que nos entienda, vale la pena intentarlo. Con la aparición de Dawn se nos mostró que las rivalidades entre hermanas se pueden superar con el amor entre ellas y que la familia no es la sangre, sino la que escogemos.

Ángel nos demostraba que no todo es lo que parece ni es todo blanco o negro, ya que a veces está el gris y eso es bueno aceptarlo. Misma lección que acabaríamos repasando luego con Spike o Anya. Con la loca de Anya también aprendimos la importancia de las diferencias y de aceptar a cualquiera siempre que sea buena gente. Era la forma de Whedon mostrarnos el rechazo al racismo.

Willow nos dio dolores de cabeza en la sexta temporada, pero también una valiosa lección: el no a la magia, que no era más que una metáfora para las adicciones de cualquier tipo, del peligro que son para nosotros y para aquellos a los que queremos. No se nos pintó nada fácil su recuperación ni las consecuencias de sus actos. Pero también fue perdonada y se redimió de sus errores.

Dark Willow and Buffy

Con Xander nos reímos a carcajadas, ya que la inocencia tiene un papel muy importante en la vida y siempre debemos valorar al que sabe mantenerla a nuestro lado. 

Sin duda Giles es de los que más nos enseñó, ya que fue padre adoptivo de todos los que vimos la serie en una época en la que nos hacía falta. Cariñoso, respetuoso y fiel protegía a Buffy de todos los peligros y la enseñaba a andar por un camino que no comprendía, a pesar de las dificultades y de que ella misma se negara a seguir adelante. Aunque también tuvo sus errores y prejuicios, demostrando así que nadie es perfecto, pero que se le puede perdonar por ello.

Los diferentes demonios eran diferentes metáforas de los problemas de la vida cotidiana; desde el que nos pueda parecer el mal de los males (El Maestro en la primera temporada), a unos frikis con demasiado tiempo libre que parecen inocentes y que luego nos llevaron a uno de los episodios más tristes (sino el más) de toda la serie; la muerte de Tara. No había que subestimar nada. 

Buffy se enfrentaba a su vida oculta combinándola con una vida social que trataba de tener, con los estudios y con su familia, cosa con la que todo adolescente se sentiría más que identificado. Pero también crecimos con ellos. Les vimos escoger estudios (Will) o trabajo (Xander), así como no saber hacia donde andar y sentir que una se queda atrás (Buffy). 

Conocimos sus relaciones más inocentes y también las más serias e importantes. El miedo de Will a admitir que era lesbiana a la vez que aprendía sobre magia (todo a la par) y como sus amigos la apoyaron en ambas cosas incondicionalmente. Para la época era todo un reto. Y sin embargo lo hicieron con normalidad y facilidad, sin darle demasiada importancia, enseñando a toda una generación a que la elección de vida de alguien no es asunto nuestro y no solo es válida, sino preciosa. 

Vimos como Buffy trató de llevar a cabo una relación normal con Riley y otra totalmente enfermiza con Spike. Y de esta serie han salido Spuffy y Bangel, las dos parejas creadas por Buffy y Spike y Buffy y Ángel. Aún hoy existe el debate sobre qué pareja fue mejor, más real, más adecuada. 

Conocimos la estabilidad del amor con Will y Tara, así como con Xander y Anya. Aunque estos dos últimos no llegaron a casarse por miedo de Xander. Vimos todas sus facetas humanas.

Buffy and Joyce. The body

Y en algunos casos puntuales nos enseñaron a lidiar con la muerte como algo inevitable. No sólo perdimos a la señorita Callendar sino también a Joyce Summers, la madre de Buffy. El episodio "El cuerpo" nos hizo llorar a todos, a la vez que esperábamos, como ella, que su madre pudiera ser salvada de alguna forma. Pero ni la magia era capaz de traerla de vuelta. Buffy y Dawn tenían que aceptar eso y tomar las riendas de sus vidas. Buffy iba a tener que trabajar y a luchar porque los servicios sociales no se llevaran a su hermana. En un mundo mágico y sobrenatural, su mayor problema acabo siendo lo más natural del mundo.

El sacrificio por los demás, la valentía y la fuerza de voluntad fueron claves durante toda la serie. Tener una gran responsabilidad conllevaba arriesgar la vida por unos principios que había que mantener, y nosotros respetábamos esas decisiones, incluso cuando llevaron a la propia Buffy a la muerte. También la vimos débil cuando se acostaba con Spike y ella misma se daba asco, la reprobamos pero la quisimos todavía más. Porque a cualquiera podía pasarle después de todo lo que Buffy había vivido (y muerto). 


Buffy
Y a parte de las lecciones de vida que cada año nos regalaba Joss Whedon en esta serie, nos hizo cantar en un episodio en absoluto esperado (sexta temporada), bailamos y vimos hasta la saciedad el mejor musical en una serie que hemos conocido hasta ahora. Hemos tenido unos capítulos de Halloween que vale la pena ver cada año en esa fecha, por recordar, por reírnos y por meternos en el espíritu de esa fiesta. Nos hemos encontrado episodios absolutamente extraños (normalmente uno por temporada) que Whedon no podía evitar meter, ya fuera un musical, un capítulo en absoluto silencio, cuarenta y pico minutos dentro de los sueños de los protagonistas, o aceptar la muerte de un personaje. 

Con Buffy aprendimos moda también, lo que había que llevar y lo que no, ya que nuestras chicas y nuestros chicos iban evolucionando durante los siete años de duración de la serie. También lo hacían sus peinados y queríamos ser como ellos/ellas. Fue un estilo de vida para muchos. 

Muchos nos iniciamos a aprender sobre otras creencias gracias a esta serie. Escuché allí la palabra "Wicca" e investigué sobre el tema, y hoy día si se me tiene que etiquetar en una religión, es sin duda en esta. Ni la Biblia ni Dios tenían importancia ni eran parte de la serie ni de las creencias de nuestros personajes, todo iba más allá de lo preestablecido, ya que se nos mostraba un mundo nuevo en el cual los personajes exploraban y buscaban algo que se adecuara a sus principios.

Buffy contó además con unos guiones de escándalo durante las siete temporadas en los cuales una pequeña cazadora de vampiros soltaba comentarios sarcásticos e inesperados en los momentos más inadecuados que nos hacían reír, porque no lo habíamos visto nunca antes. Tuvimos los discursos más épicos, emocionantes e insuperables de la historia de las series. 

Buffy: Once more with feeling

 Perdimos personajes que luego volvieron a visitarnos (Oz) y ganamos un spin-off - Ángel - de otras cinco temporadas que alargó la vida del Buffyverso y de sus personajes en esporádicas visitas y que protagonizaban algunos de nuestros más queridos amigos.

Y por supuesto contamos con un episodio final ÉPICO. Contó con banda sonora original para el episodio en sí mismo, con muertes, alegrías y sustos - aunque no estemos de acuerdo con como cerraron alguna de esas tramas... ejem, Anya- y que dejó las puertas abiertas a un mundo de cómics que llevarían acabo años después para una octava temporada.

No en vano esta serie arrastra a millones de fans en todo el mundo hoy en día y sigue vendiendo y vendiendo sus temporadas originales y sus bandas sonoras. No en vano siguen dándose convenciones de Buffy con actores invitados que siguen yendo a ver a sus fans y honrar así al personaje que, seguramente, les dio la fama. Porque de allí salió Lily Aldrin (How I met your mother), y conocimos a Seth Green que participa en tantísimas películas de humor hoy en día. Además nos presentaron a Sarah Michelle Gellar (Crueles intenciones, El grito, Verónica decide morir), que sino ha tenido suerte en la elección de películas, al menos si ha mostrado su talento una y otra vez. La vimos en Ringer, aunque fue cancelada tras la primera temporada, y la veremos en "The Crazy Ones" con el grandísimo Robin Williams. A Anthony Stewart Head ya le conocíamos porque es de los veteranos, pero la serie le dio para mostrar sus muchas otras facetas desconocidas. 

Buffy, Willow y Xander

 En definitiva, Whedon creó un mundo nuevo - en lo cual es experto - para refugiarnos mientras crecíamos, para escondernos cuando no queríamos salir a enfrentar al verdadero, para reír, llorar y sentirnos acompañados en nuestros mejores y peores momentos. Con Buffy tuvimos otra vida, una que elegimos, aunque no controlábamos, y que no nos defraudaba. Fue mi forma de sentirme especial, y estoy segura que también la de muchas otras personas. 

Siempre podemos volverla a ver, una y otra vez, entera o por episodios favoritos, una vez al mes, o una por año. Como queramos. Siempre está ahí y sigue provocando en mí las emociones de entonces. Y no pasa de moda, y sigue relatando la vida de hoy, y sigue siendo mi refugio seguro y el lugar en el que decido esconderme con placer, para simplemente sentir. Porque "Buffy, The Vampire Slayer" se siente. 



Comentarios

  1. Buffy fue para mi durante años mi serie favorita (junto a StarGate), me encantaba todo de ella, personajes, argumento, entramados... (me compre hasta el juego de PS2).
    Mis personajes favoritos son Sander Harrys porque pese a ser un tío normal llega a salvar el mundo el solo (cuando detiene a Willow bruja) y también Spike el ver como un vampiro malo se hace bueno, a su manera, sin ser un moñas como Ángel, dando su "vida" al final de la serie por salvarlos a todos... se me cayo una lagrimita en ese capitulo, lastima que no quisieran seguir con la serie, al menos quedaron los cómics.

    un Saludo

    ResponderEliminar
  2. Pues sí, cada momento de la serie tenía su cosa. Con Ángel éramos más jovencitos y a mi el rollo ñoño del vampiro bueno/malo me gustó muchísimo. Luego vamos creciendo y las cosas se complican, de ahí la evolución de Spike. Yo también lloré! muchísimo además jaja.

    Y la época de la Dark Willow es sin duda de las mejores de la serie, mauhahaha, que buenísima que es la tía matando a diestro y siniestro xD

    ResponderEliminar

Publicar un comentario