Un paseo nostálgico
"Saving Mr. Banks" es la demostración del valor de Hollywood, el valor del cine y de la creatividad para crear un final distinto y feliz al que conocemos.
La película nos lleva al momento en que el empeñado Señor Walt Disney convenció a la testaruda escritora Travers para que le vendiera los derechos de "Mary Poppins".
Pasemos a la crítica:
El film consigue su cometido, narrarnos una emotiva historia que traspasa a la conocida niñera para enseñarnos la difícil infancia de la autora. Es emocionante ir atando cabos e ir descubriendo como se crearon algunos elementos que ya conocemos por la película. Mientras la Sr. Travers viaja a sus recuerdos mientras trata de decidir si venderá los derechos de "Mary Poppins", nosotros vamos a nuestro pasado, recordamos con añoranza la infancia que mucho vivimos con Mary Poppins y nos emocionamos con el descubrimiento de cada canción (hasta de los pingüinos!).
Emma Thompson y Tom Hanks hacen un gran trabajo en sus respectivos papeles, sobretodo ella (que ya conseguido una nominación a los Globos de Oro) dando vida a una testaruda y estricta mujer que bien podría ser la Mary Poppins que ya conocemos.
Las canciones, los diálogos, el montaje... todo causa el efecto deseado por los creadores del film que es contarnos una historia que nos conmueva y que nos haga llegar al final de la película habiendo comprendido perfectamente a los dos protagonistas y sus motivaciones. Admito que la escena final consigue arrancarme alguna lágrima, pero no es la única (la canción de la cometa y ella bailando...).
La banda sonora me ha parecido sencillamente estupenda desde que comienza la película con esa melodía que todos conocemos perfectamente...
Por supuesto, la misma película en sí es una demostración más de los finales Disney, que se caracterizan por servir los finales con extra de azúcar. Ya sabemos que las cosas no acabaron bien para Mrs. Travers, ya que una vez proyectada la película no quedó en absoluto contenta con el resultado y la criticó muchísimo. Sin embargo, Disney es Disney, así que las cosas no podían acabar así.
"Saving Mr. Banks" es la demostración del valor de Hollywood, el valor del cine y de la creatividad para crear un final distinto y feliz al que conocemos.
La película nos lleva al momento en que el empeñado Señor Walt Disney convenció a la testaruda escritora Travers para que le vendiera los derechos de "Mary Poppins".
Pasemos a la crítica:
El film consigue su cometido, narrarnos una emotiva historia que traspasa a la conocida niñera para enseñarnos la difícil infancia de la autora. Es emocionante ir atando cabos e ir descubriendo como se crearon algunos elementos que ya conocemos por la película. Mientras la Sr. Travers viaja a sus recuerdos mientras trata de decidir si venderá los derechos de "Mary Poppins", nosotros vamos a nuestro pasado, recordamos con añoranza la infancia que mucho vivimos con Mary Poppins y nos emocionamos con el descubrimiento de cada canción (hasta de los pingüinos!).
Emma Thompson y Tom Hanks hacen un gran trabajo en sus respectivos papeles, sobretodo ella (que ya conseguido una nominación a los Globos de Oro) dando vida a una testaruda y estricta mujer que bien podría ser la Mary Poppins que ya conocemos.
Las canciones, los diálogos, el montaje... todo causa el efecto deseado por los creadores del film que es contarnos una historia que nos conmueva y que nos haga llegar al final de la película habiendo comprendido perfectamente a los dos protagonistas y sus motivaciones. Admito que la escena final consigue arrancarme alguna lágrima, pero no es la única (la canción de la cometa y ella bailando...).
La banda sonora me ha parecido sencillamente estupenda desde que comienza la película con esa melodía que todos conocemos perfectamente...
Por supuesto, la misma película en sí es una demostración más de los finales Disney, que se caracterizan por servir los finales con extra de azúcar. Ya sabemos que las cosas no acabaron bien para Mrs. Travers, ya que una vez proyectada la película no quedó en absoluto contenta con el resultado y la criticó muchísimo. Sin embargo, Disney es Disney, así que las cosas no podían acabar así.
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