Mi carta de amor a este episodio y a este personaje. No sigáis leyendo si no lleváis totalmente al día la serie.
Anatomía de Grey ha despedido ya su décima temporada y lo que sabemos hasta ahora es que aún se espera que tenga otras dos. Este bonito episodio no sólo ha servido como final de temporada sino también como despedida de un gran personaje, el mejor de la serie me atrevería decir; Cristina Yang. Ya hace meses que conocíamos la noticia de que Sandra Oh había decidido dejar Grey's Anatomy, pero eso no ha evitado que se nos rompa el corazón con este precioso y emotivo final.
Puede que sea la primera vez que Shonda Rhimes despide a un personaje correctamente, no sólo lo despide, sino que hace una verdadera maravilla con él. La historia de la increíble Dr. Yang queda totalmente cerrada, de forma bonita y correcta, como ella se merece y acompañada de Shane, al que también se le despide muy bien, y no matándolo como es costumbre de Rhimes.
El baile con Meredith ha sido perfecto, un broche a su maravillosa relación y a la que tenían también con los fans tras diez años. Ni siquiera la noticia final del nuevo personaje que llega, otra hermana para Meredith y una seguramente hija de Webber, nos eclipsa el sentimiento de despedida que nos ha dejado el capítulo.
Gracias a Sandra Oh por dar vida a Cristina Yang, y a esta última por la fortaleza, la ironía, la diversión, la voluntad y el talento que ha tenido estos diez años y que tanto nos ha transmitido. A la amiga más leal.
Hasta siempre, Cristina Yang.
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