Irónicamente, el regreso de "Arrow" lleva por nombre "The Calm". Menos tranquilidad hemos tenido de todo en este inicio de temporada tan esperado.
"Arrow" empezó con una primera temporada algo floja que remontó hacia el final y nos hizo quedarnos a ver qué podía ofrecernos en su segunda tanda de episodios. Y valió la pena, porque lo que vino fue una avalancha de acción y sorpresas y una gran evolución del actor Stephen Amell y su personaje.
Analicemos un poco "The Calm" y las muchas posibilidades que deja abiertas para el resto de la temporada.
El episodio empieza dando a los fans lo que llevan pidiendo ya dos años: Olicity. Para sorpresa de los que aún no habían visto los trailers, Oliver y Felicity desprenden una química y ñoñería desbordada desde el inicio del capítulo (quizá demasiada y demasiado de golpe) y, la verdad, hacía falta después de tanto sufrimiento, muertes y pérdidas. Más de una habrá perdido las bragas al ver a Oli pedir una cita a nuestra nerd favorita. Y a ésta, con cara de felicidad, decir que por supuesto.
Pero no sólo Olicity están en su mundo de alegría, sino que Diggle va a ser padre en cualquier momento con su ex mujer, con la que se reconcilió en la anterior temporada. Todos los personajes rebosan amor. Hasta el detective Lance está mejorando físicamente y se permite hacer un agradecimiento y reconocimiento público a la figura de The Arrow como salvador de la ciudad, mientras Laurel y Oliver lo miran sonrientes.
Tanta alegría junta hacen que se nos olvide incluso que al principio aparece un nuevo Vértigo con una nueva droga. Algo que se nos queda un poco cojo porque Oli lo acaba venciendo con ayuda de Roy y de El Canario Negro, que aparece a última hora.
Hablando del personaje de Roy, ahora ya "Arsenal" con todas las letras, a penas ha dicho dos frases y lo tienen un poco como a un criado, "Roy haz esto, Roy haz aquello". No sé si se dan cuenta de que queriendo abarcar tanto se han dejado un poco descolgado al pobre Colton Haynes en este inicio de temporada. Además de que no le pega nada obedecer ciegamente y menos después de que Thea se haya largado de la ciudad. Algún error tendrían que tener, por supuesto.
Por supuesto, no me quedo sin nombrar a los nuevos personajes introducidos, Ray Palmer (Brandon Routh), Maseo Yamashiro (Karl Yune) y Tatsu Yamashiro (Rila Fukushima). Al que más hemos podido disfrutar ha sido a Palmer y me ha parecido genial. Brandon Routh está realmente gracioso con esos rápidos diálogos que, mezclados con Felicity, quedan de lo más curioso. Un personaje con mucho potencial.
Oliver y Felicity son interrumpidos en su preciosa cita, como no podía ser de otra forma, por una explosión, un ataque directo a Oliver. A ellos no les pasa nada, pero teniendo en cuenta como es Oli ya nos esperábamos que quisiera dar por terminada su relación con la hacker para protegerla. Y así ocurre, es lo primero que hace después de que nazca el bebé de Diggle. Eso sí, nos dan un beso Olicity para ponérnoslo más difícil.
Con toda esta tensión acumulada, una llamada del mismísimo Barry Allen (The Flash) a Oliver era los que nos faltaba. Los crossovers entre ambas series van a ser espectaculares teniendo en cuenta la gran química que hay entre ambos héroes.
Si no teníamos bastante, faltaba el reencuentro entre las hermanas Lance. Se despiden felizmente en una terraza y Laurel se marcha. Pero entonces alquien aparece diciendo "Sarah...". Ella se da la vuelta y le reconoce, pero antes de que podamos saber de quién se trata, tres flechas acaban clavadas en el estómago del Canario Negro y cae desde arriba del edificio justo delante de su hermana. Primera muerte de la temporada.
¿Cómo os deja este inicio? se han pasado el verano juntando todas las tramas para hacerlas explotar en un magnífico episodio que promete una temporada fuerte, como Stephen Amell lleva diciéndonos durante meses en su facebook.
"Arrow" empezó con una primera temporada algo floja que remontó hacia el final y nos hizo quedarnos a ver qué podía ofrecernos en su segunda tanda de episodios. Y valió la pena, porque lo que vino fue una avalancha de acción y sorpresas y una gran evolución del actor Stephen Amell y su personaje.
Analicemos un poco "The Calm" y las muchas posibilidades que deja abiertas para el resto de la temporada.
El episodio empieza dando a los fans lo que llevan pidiendo ya dos años: Olicity. Para sorpresa de los que aún no habían visto los trailers, Oliver y Felicity desprenden una química y ñoñería desbordada desde el inicio del capítulo (quizá demasiada y demasiado de golpe) y, la verdad, hacía falta después de tanto sufrimiento, muertes y pérdidas. Más de una habrá perdido las bragas al ver a Oli pedir una cita a nuestra nerd favorita. Y a ésta, con cara de felicidad, decir que por supuesto.
Pero no sólo Olicity están en su mundo de alegría, sino que Diggle va a ser padre en cualquier momento con su ex mujer, con la que se reconcilió en la anterior temporada. Todos los personajes rebosan amor. Hasta el detective Lance está mejorando físicamente y se permite hacer un agradecimiento y reconocimiento público a la figura de The Arrow como salvador de la ciudad, mientras Laurel y Oliver lo miran sonrientes.
Tanta alegría junta hacen que se nos olvide incluso que al principio aparece un nuevo Vértigo con una nueva droga. Algo que se nos queda un poco cojo porque Oli lo acaba venciendo con ayuda de Roy y de El Canario Negro, que aparece a última hora.
Hablando del personaje de Roy, ahora ya "Arsenal" con todas las letras, a penas ha dicho dos frases y lo tienen un poco como a un criado, "Roy haz esto, Roy haz aquello". No sé si se dan cuenta de que queriendo abarcar tanto se han dejado un poco descolgado al pobre Colton Haynes en este inicio de temporada. Además de que no le pega nada obedecer ciegamente y menos después de que Thea se haya largado de la ciudad. Algún error tendrían que tener, por supuesto.
Por supuesto, no me quedo sin nombrar a los nuevos personajes introducidos, Ray Palmer (Brandon Routh), Maseo Yamashiro (Karl Yune) y Tatsu Yamashiro (Rila Fukushima). Al que más hemos podido disfrutar ha sido a Palmer y me ha parecido genial. Brandon Routh está realmente gracioso con esos rápidos diálogos que, mezclados con Felicity, quedan de lo más curioso. Un personaje con mucho potencial.
Oliver y Felicity son interrumpidos en su preciosa cita, como no podía ser de otra forma, por una explosión, un ataque directo a Oliver. A ellos no les pasa nada, pero teniendo en cuenta como es Oli ya nos esperábamos que quisiera dar por terminada su relación con la hacker para protegerla. Y así ocurre, es lo primero que hace después de que nazca el bebé de Diggle. Eso sí, nos dan un beso Olicity para ponérnoslo más difícil.
Con toda esta tensión acumulada, una llamada del mismísimo Barry Allen (The Flash) a Oliver era los que nos faltaba. Los crossovers entre ambas series van a ser espectaculares teniendo en cuenta la gran química que hay entre ambos héroes.
Si no teníamos bastante, faltaba el reencuentro entre las hermanas Lance. Se despiden felizmente en una terraza y Laurel se marcha. Pero entonces alquien aparece diciendo "Sarah...". Ella se da la vuelta y le reconoce, pero antes de que podamos saber de quién se trata, tres flechas acaban clavadas en el estómago del Canario Negro y cae desde arriba del edificio justo delante de su hermana. Primera muerte de la temporada.
¿Cómo os deja este inicio? se han pasado el verano juntando todas las tramas para hacerlas explotar en un magnífico episodio que promete una temporada fuerte, como Stephen Amell lleva diciéndonos durante meses en su facebook.
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